Seguiré luchando por lo que siempre me hace vivir, pensar que puedo cambiar o influir por más mínimo que sea mi aporte en el alma corrompida de la gente, saldré corriendo aquí en el mundo que dicen que es de los malos, pero no me mezclare con esa maldad. Porque amé y fui amada.
Hoy vi como te alejabas en un adiós, dejándome un abrazo que te pedí, sabiendo que ganaste la apuesta y dejándote con ese beso, que te quedaste en la boca, pensando en los témpanos que nos convertíamos.
Sin querer tolerar los hechos, tan presentes, el soló escuchar repetidas veces de tu boca "Ya no más", me hacia pensar que estabas pasando por una tortura, de la cual solo quedaba liberarte y dejar de ser una carga que te causa tensión.
Pensé que esto me dolería y en efecto fue de esa manera, pero la sangre sigue fluyendo por mis venas, sigo respirando y descubro que sigo viva, estoy preparada, para no dejar que mis sueños se queden así, sino sean una realidad palpable, para que algún día cuando probable el tiempo pase y todo cambie, destaque, tengo mucho valor y si te vas, así sin decirme que podemos solucionar, lo que nos esta asesinando, no tengo porque detener tu cauce.
Lo triste entonces es el sentimiento que queda en la deriva, permaneciendo como una herida expuesta, que podría infectarse, cuando el amor se entrega así, ese amor sin ser corrompido, se quedará volátil.
Ese beso a ciegas, de una mujer a ciegas, que te amo con todas sus fuerzas y no dejaré de creer que es el sentimiento más puro y es querer dar la vida por el otro.
